viernes, marzo 17, 2006

Vacas!

Mi nuevo hábito de llegar 8:45 al laburo me permitió encarar a mi sub-gerente ésta mañana. El mensaje fue que el límite lo pongo yo. Puedo llegar tan lejos como me proponga, eso está bueno. Despues de pasar el día laburando autónomamente (esto es: decidir qué hacer y conseguir por mis propios medios todo lo que necesitaba para hacerlo, comenzando por hacerme instalar yo mismo aplicaciones) decidí mostrarle a mi jefe 15 minutos antes de la hora de salida lo ue había hecho. Una vez que comenzó a comprender lo que tenía a disposición largo un súbito "Ah, pará, pará, esto es muy bueno!" Acto seguido le pegó un grito al sub-gerente y le pidió que viniera. Cuando llegó le dijo "Mira lo que hizo". "Dale, mostrale, esto lo tiene que ver él" me arengó a mí. "Esto es algo que vos hacias regularmente allá?" me preguntó el sub-gerente. "No, de hecho hasta me tomé la libertad de solicitar un par de cosas que necesitaba como para encarar ésto más agilmente". "Ah, pero esto es buenísimo! Muy buen laburo!! Lo que hablamos ésta mañana, viste? Te felicito". Ok, la verdad es que no estoy acostumbrado a éste tipo de reconocimientos, al punto de que estoy un tanto sorprendido porque el laburo en sí no fue nada complicado (será que ésta gente es fácil de sorprender?), simplemente me insumió tiempo, que era justamente lo que me sobraba.
Sé que suena a mentalidad corporativa, pero será que ésto de adaptarse al cambio y saber acomodarse a las nuevas reglas con rapidez es la clave? El mensaje subliminal que me dio mi gerente ésta mañana fue "Sorprendeme" y creo que sin proponermelo lo conseguí. Estoy orgulloso de no haber mantendio mi postura negativa y agresiva de los últimos días, después de todo sentirme mejor en gran medida dependía de mi.
Ahora sí, les dejo picando el potencial que tienen entre manos y me tomo vacaciones. Y las empiezo ahora mismo!

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