miércoles, marzo 01, 2006
Cactus
Ayer fui al médico y tengo otra semana de reposo. Amigos, esto se puso feo. Me raptó el dolor y no me deja ir. Es un dolor horrible (bueh, qué dolor no lo es) que bien podría ser una efectiva tortura. No es que sea muy intenso, es que es prácticamente constante, y que es de carácter agudo. Imagínense lo que se siente al sentarse en un cactus. Ahora empiezan a entenderme. Siento pinchazos así, casi todo el tiempo, independientemente de la postura. Lo desalentador es que llevo como 4 días así y aún lo le encontré la vuelta para suavizarlo. Quizás una postura en particular sería favorable, sospeché. Pero 4 días es mucho tiempo como para no haber tenido resultados. Empiezo a sospechar que simplemente me la tendré que bancar. Y esperar que cada pinchazo (si es que son efectivamente pinchazos) no irrite más y haga que todo se descontrole horriblemente y la recuperación se prolongue aún más. Imagínense mi humor, mi carácter. Me estoy convirtiendo en un cactus yo mismo (alejandro puede dar fe de eso, ayer creo que le hice sentir un poco de la tortura que siento yo). Nada de acercarse demasiado, puede doler.
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