De entrada, V estaba de recepcionista. Pero no atravesamos la puerta. Con lo que se comió el amague y saludó detrás del vidrio. Una vez que elegimos mesa, miro y me hace una sonrisita rápida y tímida, pero sincera. Bien ahi.
Fui con A# y la cena iba a ser larga, muy larga. Hubo miradas, por supuesto, pero lo que más hubo fue comunicación indirecta. Al menos desde mi lado hacia V.
Lo concreto: A# se la pasó criticando mi posición durante el último año, con lujo de detalles y alusiones ejemplificadoras. Por supuesto, V estaba sentado en la mesa de al lado, mientras miraba y prestaba atención a mi conversación.
Arpoveché la situación para hacer un raconto de las peripecias que atravecé, para mencionar que hacía un año que llevaba en eso, para decir que no estoy en el lugar para hacer nada más, porque el mensaje yo ya lo dí claramente.
Entre las cosas que escuché de la otra mesa, hubo dos frases con significaciones opuestas. Quizás alguna de ellas se refería a mí. Son éstas:
V: "Hace un año..."
N: "Pobre pibe"
y la otra
V:"Bueno, pero él tampoco viene..."
Charlamos largo rato, traté de tirar todas las frases que mejor explicaran mi situación. Cruzamos miradas de mesa a mesa alguna que otra vez, y finalmente, A# terminó la conversación diciendo "Ya fue, Memento" (refiriéndose a que tenía que cambiar de actitud y cagarme en todos y hablar incluso ahí mismo)
Entonces, hice puchero, me levanto, miro a V y aún con la tristeza en mi cara lo saludo con la mano, en un movimiento corto y unidireccional que bien debía leerse como "basta". El puchero se traslado a su cara, baje la vista, y salí caminando mirando al piso y con los hombros caídos.
~Fin~
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