V ya estaba de civil cuando llegué. Justo estaba de pie al lado de la mesa en que me senté, pero recién me di cuenta cuando casi le paso por encima. Me paralicé, casi le doy un beso, pero me frené y me limité a responderle su saludo. Se puso a figurar, como de costumbre, yendo y viniendo, y al volver mirando sistemáticamente a la única otra mesa ocupada, para evitar mirarme a mí. Me cansé, ni terminé mi plato que me fuí a plena calle para tomar un trago y fumar tranquilo. Eso fue todo, después ni noticias de V. Pagué y me fui pensando en lo que me dijo AA el otro día: "No te merece"
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