jueves, enero 19, 2006
Sesgado
Ahora soy más Memento que nunca. Lo cierto es que para mantenerme entero estoy viviendo sin memoria. Es la única salida que tengo para no recordar los buenos momentos vividos con alejandro, para no extrañarlo, para no flaquear ante el deseo de verlo, de dormir abrazado con él. Claro que hay razones que el corazón no entiende, pero soy yo el que entiendo que esta razón es lo suficientemente buena como para no exponernos (sí, hablo por los dos) a una situación así nuevamente. Entonces tengo que tratar de anestesiar a este corazón. Tratar de no nutrirlo con sentimentalismos que está demostrado que no son más que pura espuma. Porque no me van a decir que cuando hay amor verdadero la gente se caga a golpes. Saben qué? A veces pienso que no solo alejandro es él mismo su peor enemigo. En momentos cómo éste, cuándo se me cruzan ideas por la cabeza como las que tengo ahora (que ni me animo a reproducir por vergüenza), pienso que seguramente yo también debo ser mi peor enemigo. Ahhh claro, déjenme ponerlos en contexto, recién terminé de ver La Casa de Arena y Niebla. Creo que ahora puedo explicar por qué tengo estas ideas por la cabeza. Es apetito por el cuidado hacia el otro, por la paz. Es que te deja con esa sensación de haber sido un testigo sabio que tiene el derecho a decir "Yo no entiendo a la gente, mirá cómo pelean por pavadas. Tienen que aprender a ser más fraternales, estos hijos míos!"
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario