Bueno, no entiendo bien qué me está pasando este año. Pero es como que ya hubo un cambio medio gigantezco en varios aspectos de mi vida. Lo más notorio: los cambios internos. Creo que no exagero si les digo que mi estructura psíquica esta alcanzando niveles de armonía inéditos.
Éste puede ser un buen año. Pero para eso me hace falta reencontrarme con un par de personitas que llevo en mi corazón pero que hace mucho que no veo.
Sí, éste año es el año del cariño, del hogar, de lo cotidiano, de lo familiar. Atrás quedó la tempestad, atrás quedaron los tiempos en los que dormía con un revólver debajo de la almohada.
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