domingo, abril 16, 2006
Teletransportación
Ayer a la noche recibí un llamado de una persona con la que hacía años que no tenía contacto. Por supuesto, ésta persona ni sabía que me había mudado, pero se enteró por otra persona que conocemos en común, que le pasó mi mail y... voilá! Fue difícil hacer un resumen de mi vida en todo este tiempo, pero a pesar de mi torpeza, una sintonía fascinante permitió que me entendiera. Ahora que lo pienso, creo que fue muy oportuno haberme sentido así de comprendido. Fue como saborear de nuevo el néctar de la realización, de un mundo sin barreras donde los caminos más intrincados de mi mente no dejan al intrlocutor perdido en la incomprensión. Fue sentir de nuevo que siendo como soy la gente me quiere cerca, a pesar de que estemos a miles de kilómetros. Qué bueno es poder cagarse de risa, sentirse a la par, organizar cosas, compartir y contener a alguien que además admiras intelectual y personalmente. El momento de oro fue ése en el que espontáneamente recibí la invitación más alocada y tentadora de los últimos años. En estos días me pongo en marcha, porque no sólo quiero dar un sí, sino que parece que no me aceptan un no como respuesta. Amigos, comienza la operación Teletransportación.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario