Tengo el corazón teñido de Londres. Es hora de compensar mis cuelgues -ya no tengo más paciencia para obviar lo bueno-. Tengo apetito por lo concreto, claro y contundente. Sí, lo que sea suculento al corazón, tendrá lo merecido. Qué sera? Qué intriga. Qué día. Atención con hoy.
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