martes, octubre 26, 2004
Loco por vos
Era de esperar, esta mañana no podía levantarme. Pero no fue tan grave. Estuve muy ocupado hoy. Laburando a las corridas. Se me hizo tarde para la facultad. Última clase de MPE antes del segundo parcial. Corrí al subte. En el andén, había un chabón esperando. Cuando se acerca el tren, el tipo le hace thumbs-up! al conductor. Pero con toda la onda, sinceramente, convencido de que así se recibe a un conductor de trenes. Facultad. Llego al aula. Casi desierta. El profesor súper divagado como siempre. Me puse a hablar con 2 minas y un flaco. Todos especulando sobre cuáles temas entran y cuáles no. 5 minutos. A todo esto el profesor seguía hablando solo. Al menos eso parecía. El flaco con el que yo había hablado se pone a hacer barquitos de papel, king size. Me causó gracia. Me fuí. Subte de nuevo. Veo que un flaco está muy animado hablando. Algo me llamó la atención. Desde mi punto de vista, parecía que le hablaba a la nuca de una mina. Seguro que había alguien en el medio, de baja estatura, que yo no veía. El flaco tenía la mirada fija en un punto. Los ojos de su interlocutor, obvio. Error. Nadie en el medio. Lo extraño es que el flaco no estaba hablando solo. Estaba teniendo una conversación con alguien, que solamente él veía. Un pibe-bien parecía. Bien vestido, con traje y carpeta en mano. Qué loco. La mina se bajo, el flaco siguió hablando con el aire hasta que me bajé yo también. Tren. Último transporte público hasta casa. En un lateral de las vías, mientras pasaba el tren, un flaco que estaba solo se levanta del césped, alza los brazos, mira al cielo, y dice algo. El gesto sugirió algo desquiciado, del estilo "El mundo está colapsando, resígnense como yo y fumemos más de esto". Ok. Estoy por bajarme y escucho a un chabón simulando con su voz a una batería, platillos. En eso, un solo de guitarra (supongo que fue eso). Me doy vuelta, con intención de mirarlo con cara de "no te hará mal escuchar tan fuerte la música?", pero claro, el flaco no estaba escuchando música. Estaba sacudiendo la cabeza al estilo Beavis & Butt-head pero sin estímulo mediante. Nada de auriculares. La música la escuchaba en su marote. Es tentador concluir con algo así como: "Hoy la locura se hizo presente. Y yo que creía que estaba mal de la cabeza." Je, clásico, no? Pero vayamos más allá:Me pregunto: qué es lo que me hace más cuerdo que éstos personajes? No manifestar externamente mi alivio al ver llegar al subte, cuando internamente yo también le levanté mis pulgares, dado mi apuro? No colgar en el aire al interlocutor interno con el que yo mismo mantego conversaciones a veces? Estar en privado y no al lado de las vías cuando (sea por el efecto de algo que tomé o no) gesticulo desquiciadamente? No reproducir sonoramente las canciones que escucho en mi cabeza cuando vuelvo en el tren? La respuesta? Usté la sabe tan bien como yo, Mendieta.
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