La verdad se impone ante todo, y eso es bueno, siempre. Éste es el último post del blog, que se cierra aca. Pero no va a ser un post diferente, voy a hablar una vez más, como acostumbré todo este tiempo.
Mediante una aplicación de orígenes turbios, Alejandro estuvo leyendo mis mails y mi blog, también revisa las llamadas de mi celular desde su trabajo, recavando información que yo no compartí directamente con él. Habrán notado que esto es algo que hasta le insinué a él mismo desde ésta página. A diferencia de otras veces, ayer pude hablarle al respecto. No fue fácil, claro, pero valió la pena.
Bueno, no me queda más que despedirme. No digo que ésta sea una despedida definitiva, seguramente habrá más de mí desde algún otro lado. Fue un placer compartir con ustedes. Un abrazo enorme.
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