Y bueh, mi lado cholulo sale a la luz...
El tipo es muy simpático, enseguida me extendió su mano y me contó que se queda en Buenos Aires por 4 meses, que estará filmando con amigos (léase Francis Ford Coppola) y que ya había estado en Buenos Aires y le encanta. Come como un cavernícola, encimado sobre el plato. Y tiene unos ojazos increíbles. Estuvo cenando en mi segunda casa y fue muy loco. Por supuesto, tuve que avisar que teníamos visitas de Hollywood porque nadie se había dado cuenta. Y claro, de inmediato la revolución que trató de ser disimulada pero no lo fue. Soy lo más.